Que no se Confundan

Es comun en estos dias entre los progresistas y posmodernos para los que todo es relativo (salvo que israel es un estado genocida, EEUU tiene la culpa de todos los males del mundo y fidel castro y el che son heroes) que aquel que sostenga que el islamismo es una forma de totalitarismo igual de peligroso que el nazismo y el comunismo es un intolerante islamofobo. Demas esta decir que el termino islamofobo es una invencion islamista, ya que a diferencia de la judeofobia (que si es un odio antiguo, que genero movimientos, ideologias y genocidios) este no represento jamas la ideologia de ningun movimiento (no existen ni han existido grupos que se dediquen a matar musulmanes) ni genocidios. La realidad es que si bien hay grupos que sostienen que el Islam es una religion intrinsecamente propensa a la guerra, la misoginia, etc. esto no es una opinion generalizada ni estos mismos grupos han salido a matar musulmanes por ser musulmanes. Toda vez que grupos de extrema derecha (en especial europeos) han salido a atacar musulmanes, lo hicieron mas por xenofobia que por una estructura ideologica de odio hacia ellos. Aun asi, se persiste en congresos de discriminacion y entre la opinion de muchos ingenuos (y no tanto) de que la islamofobia es un fenomeno real y que hay que combatir. Pero da la casualidad que aquellos que son señalados como islamofobos son los que denuncian (aun afirmando que no tienen nada contra los musulmanes, solo contra los islamistas) los aberrantes hechos que paises como Iran o Arabia Saudita (tales como la clitoridectomia, la infibulacion, la lapidacion de adulteras, etc.) realizan con total impunidad. Y es aqui donde se ve el verdadero objetivo que tienen aquellos que señalan con el dedo y acusan de islamofobos a quienes solo quieren defender los derechos humanos: DEFENDER A LOS REGIMENES ISLAMISTAS.

Como ya hemos dicho, si bien cientos de miles de musulmanes deben detestar lo que se hace en nombre de su religion, no pueden manifestarse (aunque hay casos en que si, baste recordar Iran hace unos meses) ya que son brutalmente reprimidos. Y con respecto a sus opiniones sobre Israel tambien muchos tienen una vision opuesta a lo que los enemigos de occidente sostienen. Aqui dejo un articulo con una breve descripcion de algunos de los valientes intelectuales que decidieron alzar la voz:

El despertar de intelectuales musulmanes
Por Jaime Manuschevich
SALMAN RUSHDIE

Hoy estamos viendo el nacimiento de un grupo de intelectuales del mundo árabe y musulmán que arremete con todo contra el mundo medieval en que aún se mueven 1.500 millones de personas. Lo despedazan y lo critican, aún a riego de sus propias vidas, de una manera clara y sin concesiones ni ambigüedades. Aunque al comienzo, se ven solitarios y aislados, con la fuerza de sus ideas van destrozando los obstáculos y demoliendo las barreras que sus enemigos le ponen.

Esta batalla partió abiertamente cuando Salman Rushdie publicó en 1988 Los versos satánicos, una novela muy bien recibida en la que la fantasía se combina con la reflexión filosófica y el sentido del humor. Esta obra despertó las iras de los musulmanes shiíes, quienes la consideraron un insulto al Corán, a Mahoma y a la fe islámica. En consecuencia, la novela fue prohibida en la India, Pakistán, Sudáfrica, Egipto y Arabia Saudita. En 1989, el ayatolá iraní Jomeini condenó a muerte al autor y a todos los implicados en la publicación del libro, y en 1992 se puso precio a su cabeza por valor de 5.000.000 de dólares. A pesar de que Rushdie se retractó públicamente y redactó una declaración en la que manifestaba su adhesión al Islam, la fatwá no fue levantada y el autor permanece escondido desde entonces.

WAFA SULTAN

Una mujer a la primera fila

Hoy, nacen nuevos intelectuales del mundo árabe que están dispuestos a luchar con todo. Wafa Sulta es una nueva representante de ellos. Con sus ideas y con su claridad ha generado gran revuelo entre los imanes y gobernante árabes.

El 26 de julio del año 2005, la Dra. Wafa Sultán se enfrentó con Dr. Ibrahim Al-Khouli en Al Jazzira, donde la Dra. Sultán define el problema desde su punto de vista, señalando «El enfrentamiento que estamos presenciando alrededor del mundo no es un enfrentamiento de religiones, o un enfrentamiento de civilizaciones. Es un enfrentamiento entre dos contrarios, entre dos eras. […] Es un enfrentamiento entre la civilización y el atraso, entre el civilizado y el primitivo, entre la barbarie y la racionalidad. Es un enfrentamiento entre la libertad y la opresión, entre la democracia y la dictadura. Es un enfrentamiento entre los derechos humanos, por una parte, y la violación de estos derechos, por la otra. Es un enfrentamiento entre aquéllos que tratan a las mujeres como bestias, y aquéllos que las tratan como seres humanos. Lo qué vemos hoy no es un enfrentamiento entre civilizaciones. Las civilizaciones no se enfrentan, sino compiten.».

También señala que no es occidente el que ha comenzado el enfrentamiento, sino el mundo musulmán: «Los musulmanes son los que empezaron el enfrentamiento de civilizaciones. El Profeta del Islam dijo: ‘Fui ordenado a combatir a la gente hasta que crean en Alá y Su Mensajero’. Cuando los musulmanes dividieron a la gente en musulmanes y no-musulmanes, y llamaron a combatir a los otros hasta que crean en lo que ellos creen, ellos comenzaron este enfrentamiento, y comenzaron con esta guerra. Para empezar con esta guerra, deben reexaminar sus libros islámicos y sus curriculums, los cuales están repletos de llamadas al takfir y a combatir a los infieles.»

Asimismo, indicó la Dra. Sultán que el Islam no respeta ninguna otra creencia que no sea la propia: «Una vez, los llama Ahl Al-Dhimma; otras veces los llama el ‘Pueblo del Libro’, y aún así otras veces los compara a monos y cerdos, o llama a los cristianos ‘aquéllos que incurren en la ira de Alá’. ¿Quién le dijo que ellos son el ‘Pueblo del Libro?’ Ellos no son el Pueblo del Libro, son el pueblo de muchos libros. Todos los libros científicos útiles que usted tiene hoy son de ellos, el fruto de su pensamiento libre y creativo. ¿Qué le da el derecho a usted de llamarlos ‘aquéllos que incurren en la ira de Alá’, o ‘aquéllos que se han desviado’, y luego viene aquí y dice que su religión le ordena que se abstenga de ofender las creencias de otros? […] «Yo no soy cristiana, musulmana, o judía. Soy un ser humano secular. No creo en lo sobrenatural, pero respeto el derecho de otros a creer en esto». Y defiende la libertad de religión que impera en occidente: «usted puede creer en piedras, mientras no me las arroje. Usted es libre de rendirle culto a quienquiera, pero las creencias de otra gente no le conciernen, […] Permita que la gente tenga sus creencias». […]

También Wafa Sultán defiende a los judíos y los compara con los musulmanes: «Los judíos han venido de la tragedia [del Holocausto], y han obligado al mundo a que los respeten, con su conocimiento, no con su terrorismo; con su trabajo, no con sus aullidos y griterías. La humanidad les debe la mayoría de los descubrimientos y la ciencia de los siglos 19 y 20 a los científicos judíos. Quince millones de personas, esparcidos a lo largo del mundo, unidos y se ganaron sus derechos a través del trabajo y el conocimiento. No hemos visto a ningún judío volarse a si mismo en algún restaurante alemán. No hemos visto a un solo judío destruir una iglesia. No hemos visto ni un solo judío protestando matando a gente. Los musulmanes convirtieron tres estatuas de Buda en polvo. No hemos visto ni un solo budista quemar una mezquita, matar a un musulmán, o incendiar una embajada. Sólo los musulmanes defienden sus creencias incendiando iglesias, matando gente, y destruyendo embajadas. Este camino no dará ningún resultado. Los musulmanes se deben preguntar que pueden ellos hacer por la humanidad, antes de que exijan que la humanidad los respete».

Luego, el 21 de febrero del 2006, MEMRITV siria dio a conocer nuevamente un segmento de la entrevista, la que ha sido vista más de un millón de veces, pero esta presentación fue duramente criticada en un sermón de Viernes en Damasco. Según el activista de derechos humanos sirio Anwar Al-Bouni «las autoridades sirias comenzaron a usar el arma de la religión oficial como una nueva herramienta para oprimir a la sociedad… ya no les es suficiente arrestar a los activistas, aterrorizarlos, e impedirles que viajen, sino que ahora reclutan en su contra a los púlpitos del takfir [acusar a otros musulmanes de herejía] y takhwin [acusar a musulmanes de alevosía]’. Él describió esta política como peligrosa y destructiva».

AYAAN HIRSI ALI

«Tú, Hirsi Ali, caerás»

Otro destacada caso mundial de una mujer que se rebela contra la barbarie del mundo musulmán es Ayaan Hirsi Ali. Ella es una política y escritora holandesa de origen somalí y autora del guión de la película Submission, dirigida por Theo van Gogh, el director holandés de la película que, por ese motivo, fue asesinado en una calle de Amsterdam hace poco más de un año. Después de degollar a Van Gogh, el asesino le clavó una carta en el pecho con un cuchillo de carnicero. «Ayaan Hirsi Ali», decía, «acabarás hecha pedazos a causa del Islam». «Tú, Europa, caerás…», concluía la proclama, «tú, Holanda, caerás… Tú, Hirsi Ali, caerás».

Ella nació en Somalia, pero a los seis años, tras dos breves estancias en Arabia Saudita y Etiopía, se estableció en Kenia durante once años. En estricta observancia de la práctica musulmana en el África subsahariana, le practicaron la ablación del clítoris. A los 23 años, su padre le dijo cuál sería su futuro: iría a Canadá a casarse con un pariente lejano, que no conocía. Pero ella huyó a Holanda, e inició un camino de reflexión sobre sí misma y sobre su cultura. Al llegar a Holanda solicitó asilo político y consiguió un permiso de residencia por razones humanitarias. Para evitar ser localizada al inscribirse dio otro nombre y otra fecha de nacimiento. Desde entonces usaría el nombre de Hirsi Ali en vez de Hirsi Magan. Cuando recibió el permiso de asilo tuvo varios trabajos breves, desde limpieza a clasificación de correo. En ese periodo dio clases de holandés y un curso de trabajo social. Después continuó estudiando Ciencias Políticas en la Universidad de Leiden hasta el año 2000. Entre los años 1995 y 2001 trabajó como intérprete y traductora independiente, principalmente para el servicio nacional de inmigración. También ingresó al Partido Socialdemócrata de Holanda, logrando ser elegida diputada. Luego vivió nuevos cambios. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra los Estados Unidos fueron el argumento definitivo para abandonar el islamismo y dentro del Partido Socialdemócrata, ella se enfrentó a sus compañeros, porque criticaba su política de inmigración multiculturalista. Mientras los socialistas defendían que los inmigrantes deben mantener sus costumbres tradicionales, Ayaan Hirsi Ali lo rechaza porque con esas culturas «mantiene las normas que tienen sojuzgadas a las mujeres, e impiden su verdadera emancipación». Un multiculturalismo, que bajo el manto de la tolerancia a creencias ajenas, dice la diputada, «nos destroza todavía más a las mujeres que queremos emanciparnos». El enfrentamiento le llevó a abandonar el partido socialista, en noviembre de 2002, integrándose en el partido liberal, ya que se dio cuenta de que mientras que los socialistas basaban su discurso en los colectivos, los liberales lo hacen en las personas individuales, con sus derechos personales inalienables. En el partido socialista cabe el multiculturalismo, en el liberal los derechos de las mujeres quedan por encima de las costumbres colectivas arraigadas.

Hoy es quizás la más tajante en cuanto a la condena del Islam. Según ella, el Islam divide el mundo entre la tierra conquistada y la que queda por conquistar, una visión que parece condenar a la guerra. Ayaan Hirsi Ali, que en su búsqueda por entender su cultura no se ha detenido en el problema de la mujer, destaca que «dos de cada tres guerras en el mundo se libran en nombre de esa creencia. La idea de que el Islam es una religión de paz no tiene ningún fundamento». Critica a quienes, como Bush o Blair, identifican al Islam con la paz. Señala que hay que reconocer la relación entre guerra e Islam, para poder reformarlo. «Hay que decir que, con todos sus aciertos, hay muchas cosas en las que el Profeta estaba equivocado». También declaró que «como mujer musulmana, educada en la práctica de la religión islámica, me di cuenta de que no se puede separar Islam y terrorismo, porque están íntimamente unidos». Sus críticas a Mahoma, el fundador del Islam, se refieren principalmente a su estatura moral. En enero del 2003 afirmó al periódico holandés Trouw que: «Mahoma es según nuestros estándares occidentales un pervertido», refiriéndose principalmente al matrimonio entre Mahoma, que tenía 52 años, y su Aisha, que tenía 9 años según el hadith.

La declaración de los 12

El 1º de marzo de 2006 se da un nuevo paso en el semanario francés Charlie Hebdo: Allí, un grupo de escritores e intelectuales, entre ellos Salman Rushdie, Taslima Nasreem e Irshad Manji, dieron a conocer una declaración en «Contra el totalitarismo islamista.».

Estos intelectuales señalan: «Tras haber vencido al fascismo, al nazismo y al estalinismo, el mundo se enfrenta a una nueva amenaza totalitaria global: el islamismo. Nosotros, escritores, periodistas e intelectuales, llamamos a la resistencia contra el totalitarismo religioso y al fomento de la libertad, la igualdad de oportunidades y los valores laicos para todos. Los recientes acontecimientos acaecidos a raíz de la publicación de caricaturas de Mahoma en periódicos europeos, han revelado la necesidad de luchar por los valores universales. Es un combate que no se ganará con las armas, sino en el campo ideológico. No asistimos a un choque de civilizaciones ni a un enfrentamiento entre el Occidente y el Oriente sino a una lucha mundial entre demócratas y teócratas. Como todos los totalitarismos, el islamismo se alimenta de miedos y frustraciones. Los predicadores del odio apuestan por esos sentimientos para organizar los batallones con los que imponer un mundo sin libertad en el que reine la desigualdad. Sin embargo, nosotros declaramos enfática y claramente: nada, ni siquiera la desesperación, justifica la elección del oscurantismo, del totalitarismo y del odio. El islamismo es una ideología reaccionaria que asesina la igualdad, la libertad y el laicismo dondequiera que está presente. Su triunfo sólo puede conducir a un mundo de dominación e injusticia: dominación de la mujer por el hombre, dominación de todos los demás por los fundamentalistas. Para contrarrestarlo, debemos garantizar derechos universales a los oprimidos y a los discriminados. Rechazamos el «relativismo cultural», que consiste en aceptar que los hombres y mujeres de cultura musulmana deben ser privados del derecho a la igualdad, la libertad y los valores laicos en nombre del respeto por culturas y tradiciones. Nos negamos a renunciar a nuestro espíritu crítico por miedo a ser acusados de «islamofobia», un desafortunado concepto que confunde la crítica a una religión, el islam, con la estigmatización de sus creyentes. Abogamos por la universalidad de la libertad de expresión, para que el espíritu crítico se pueda ejercitar en todos los continentes, contra todos los abusos y todos los dogmas. Apelamos a los demócratas y a los espíritus libres de todos los países para que el nuestro sea un siglo de ilustración, no de oscurantismo». Firmaron la declaración Ayaan Hirsi Ali, Chahla Chafiq, Caroline Fourest, Bernard-Henri Lévy; Irshad Manji, Mehdi Mozaffari, Maryam Namazie, Taslima Nasreen, Salman Rushdie, Antoine Sfeir, Philippe Val y Ibn Warraq.

El mundo musulmán persigue con apoyo académico

Desde sistema represivo musulmán hay respuestas impactantes, que tratan de ser avaladas desde el mundo académico. La prensa nos señala que un tratado de tres volúmenes, escrito por Sa’id ibn Nasser Al-Ghamdi, titulado La Desviación de la Fe tal cual es Reflejado en el Pensamiento y la Literatura [Árabe] sobre Modernidad, ha ganado recientemente publicidad en el mundo árabe. El libro, publicado en diciembre del 2003 en Arabia Saudita, está basado en la disertación doctoral de Al-Ghamdi del año 2000, entregada a la Universidad Islámica Imam Muhammad Ibn Saud, por el cual recibió su titulo de summa cum laude. «En su tratado, Al-Ghamdi nombra a más de 200 intelectuales y autores árabes modernos a quienes él acusa de herejía – haciendo permisible el matarlos.»

DR.SHAKER AL NABULSI

El intelectual reformista jordano-americano e investigador Dr. Shaker Al-Nabulsi escribió una carta abierta al Rey Saudita ‘Abdallah Ibn ‘Abd Al-‘Aziz, exigiendo «establecer un comité de investigación en este peligroso asunto, para limpiar el nombre de la Universidad del Gobierno Imam Muhammad Ibn Saud de [la desgracia de] estos fatwas terroristas que sólo sirven a [los intereses de] los terroristas dentro de Arabia Saudita y fuera de esta». En un artículo en el diario qatari Al-Raya, Al-Nabulsi comparó el libro de Sa’id Al-Ghamdi a otro libro, titulado Modernidad en el Equilibrio del Islam, escrito por el predicador fundamentalista saudita ‘Awadh Al-Qarni en 1988. También en ese libro, más de 200 autores, poetas, investigadores, filósofos, académicos, críticos literarios, y periodistas árabes fueron acusados de herejía – haciendo así su muerte lícita.

La historia, hasta ahora, ha mostrado que cuando los sistemas comienzan con fisuras importantes, más tarde o más temprano, al final caen…

Distribuido por http://www.porisrael.org

Conclusion: cuando crean que entre los musulmanes no hay disidentes de la barbarie que en su nombre se esta cometiendo, no caigan en el prejuicio y la generalizacion. Miles de ellos estan en contra. Y cuando escuchen a alguien acusar de islamofobo por ej. a Pilar Rahola, ya sabe porque lo hace. Ni los derechos humanos ni el bienestar de «los pueblos» estan entre sus objetivos.